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Espectaculares
maniobras
Por Julián
Alonso Martín
Reproducido de
la revista Especial OchoxOcho (nº 75)
con autorización de Zugarto Ediciones
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Mientras
paseaba por entre las mesas de los jugadores en un reciente
campeonato de categoría juvenil, se acercó por mi espalda un veterano
-líder, en otro tiempo,
de las competiciones regionales- y, en el tono con que se
hacen las confidencias,
me comentó: "Han reproducido hasta 18 jugadas de una
partida
del Campeonato Mundial... y ahora llevan un buen rato dando
vueltas
a ese final de Torres porque desconocen la maniobra de Lucena.
Estos chicos comienzan la casa por el tejado".
Es posible
que tuviera razón nuestro amigo. Capablanca aconsejaba iniciar el estudio
de ajedrez por los Finales. Hoy, sin embargo, la utilización de ordenadores
y bases de datos ha propiciado la repetición de los 18 ó 20 primeros
movimientos de una partida magistral por jugadores (?!) que desconocen, por
otra parte, los más elementales rudimentos de la técnica del juego. En
CHESS LIFE hemos visto, recientemente, la consulta formulada por un lector
de la revista americana respecto a cómo "pasar" un peón cuando 3
de cada bando se enfrentan, separados por una sola fila, en tres columnas
consecutivas: resulta que no sabía hacerlo ¡ni siquiera después de
haberle indicado el primer movimiento!.
En ajedrez, se designa con el nombre de maniobra
a una secuencia de jugadas que se proponen un objetivo concreto. Como esta
definición acota muy poco el concepto, parece conveniente tratar de darle
una mayor precisión, pues -la verdad sea dicha- cada quien utilizamos el término
con muy diferentes significados. Para esta ocasión, nos quedaremos con lo
que, de cuanto hemos leído, nos parece más apropiado.
La maniobra es una operación táctica emprendida para
mejorar la posición.
Aunque se trate de una operación táctica, su resultado
es de corte posicional. No es una combinación; aunque, a veces, forme parte
de ella. Tampoco es un ataque sostenido sobre un objetivo determinado; el
ataque suele venir, de inmediato, tras la terminación de la maniobra.
De todas formas, no es nuestra pretensión entablar aquí
y ahora, una guerra terminológica... Preferimos centrarnos en señalar que
las subsiguientes propuestas de ejemplos prácticos van a mostrarnos la
maniobra como un "puente" entre dos situaciones; un puente que
conduce de una posición a otra mejor salvando los obstáculos; un puente
que hay que saber construir.
Nimzowitch
(1886-1935), que sabía mucho de estas cosas, dejó escrito:
"Sería un error recetar tal o cual movimiento para
este tipo de maniobras. Por el contrario, cada jugada tiene que ser
establecida teniendo en cuenta un fin preconcebido, es decir, la conquista
de una determinada debilidad. El camino para llegar a la meta es,
ciertamente, de naturaleza complicada".
Así sucede que -por decirlo de alguna manera- cada
maniobra tiene su propia especificidad en función de la debilidad que trata
de explotar. Y, consecuentemente, los movimientos que integran esas
maniobras han de ser especialmente diseñados para cada situación en
particular.
Sin embargo, es el momento de decir también que por la
semejanza de las posiciones que son su origen, algunas maniobras se han
estandarizado, se componen de movimientos muy similares y encadenados de la
misma manera. Esto suele verse con mayor frecuencia en los Finales. El Medio
Juego es una fase llena de posibilidades de todo tipo y no podíamos fallar
en el hallazgo de maniobras con tales características.
La
escalera
He aquí, en primer lugar, una maniobra que hasta tiene
nombre propio. Propio y ajustado a la forma que adoptan las evoluciones de
una pieza mayor (Dama o Torre) para alcanzar su objetivo. Subiendo -o
bajando- peldaño a peldaño, la pieza hace su camino, antes de emplazarse
en la casilla deseada.
Kurt
Richter (1900-1969), siempre curioso y docente con sus ejemplos, nos ofrece
en uno de sus libros, la siguiente composición de S. Barret (1874).
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Las blancas, que tienen el turno para jugar, no pueden
permitir la coronación de uno de los peones negros pues, en ese supuesto,
el triunfo blanco se habría esfumado.
Empiezan con:
1. Dc3 ...
y las negras contestan
1. ... Rb1
que es única; abriendo paso, además, a la posible coronación del peón a.
2. Dd3+ Ra1
3. Dd4 Rb1
4. De4+ Ra1
5. De5 Rb1
Si no estuviera el peón de
e2,
el jaque en e1 terminaba con el asunto. Por eso el
horizonte de la Dama Blanca está en h8...
pero tiene que ubicarse allí cuando
el Rey negro esté en a1.
Esto explica el porqué de la maniobra.
6. Df5+ Ra1
7. Df6 Rb1
8. Dg6+ Ra1
9. Dg7 Rb1
10. Dh7+ Ra1
11. Dh8 ...
Ya está. Ahora, tras la forzada
11. ... Rb1
12. Dh1 mate
***
En el juego práctico también se ha visto, en algunas ocasiones, esta
misma forma de maniobrar. La mayor parte de libros y publicaciones recogen
como caso típico, el siguiente:
Lowtzky-Tartakower
Jurata, 1935
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Las negras utilizaron una escalera para colocar su
Dama en la casilla precisa
31. ... Db6+
32. Rh1 Db5!
33. Rg1 ...
Única forma de
defenderse con Tf1+
33. ... Dc5+
34. Rh1 Dc4
35. Rg1 Dd4+
36. Rh1 De4!
La Dama negra ha
llegado a su destino. Su bando trata de sacar provecho de la debilidad que
las blancas tienen en la primera fila. Por razones evidentes, no es posible
37. Dxe4. Se podría pensar que, por lo mismo, también habría servido
36... Dd2; pero en este supuesto 37. Txe5! hubiera echado abajo toda la
maniobra.
37. Dc1 ...
La mejor casilla,
desde donde se domina la columna abierta y se defiende la Torre. Otras
alternativas tampoco sirven:
a) 37. Dg1 De2!
b) 37. Dd1 Df4!
c) 37. Da1 De2 38. Dg1 De3+
37. ... Dd3!
De todas formas, hay
que estar atento. Si 37... De2?, las blancas se hubieran salvado con 38.
Tf5!, pues si 38... Txf5 39. Dc8+ y mate.
38. Rg1 Dd4+
39. Rh1 Dd2!
y las blancas
abandonaron.
Ciertamente, la maniobra podía haberse empezado con
31... Dc5+; pero el maestro Tartakower seguramente quiso hacer más visible
y más larga su escalera...
***
...Porque no aparecen demasiadas oportunidades de
encontrar esta maniobra en el juego práctico. Al menos, nosotros hemos
descubierto pocas muestras. Los dos siguientes ejemplos están tomados del
libro "Kings, Commoners and Knavers" del que es autor
Edward Winter, conocido editor de CHESS NOTES.
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E. Tholfsen-H. Bigelow
Nueva York, 1929
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Juegan blancas: sus movimientos se explican solos.
26. Db4+ Rf7 27. Dc4+
Rf8
28. Dc5+ Rf7 29. Dd5+ Rf8
30. Dd6+ Te7 31. Dxe7+ Rinden
***
No mucha mayor
complicación tiene el remate de la siguiente partida.
I. Polgar-J. Trapl
Budva, 1963
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Juegan las negras. Después de
26. ... Db6+ 27. Rh1
Dc6+
28. Rg1 Dc5+ 29. Rh1 Dd5+
30. Rg1 Dd4+ 31. Rh1 De4+
la maniobra ha terminado.
La Torre de e2
está defendida y, conservando el turno de juego, las negras traerán al
ataque el último pero decisivo refuerzo. El conductor de las blancas -que
lleva el mismo apellido de las tres famosas hermanas, pero no es ninguna de
ellas pues no habían nacido todavía- decidió abandonar. Parece evidente
que si 32. Rg1, sigue 32... Cg4 y si 33. Cc3, sigue ... Dd4+ 34. Rh1 Txh2
mate.
***
Muy interesante resulta el siguiente caso extraído también
de una partida realmente jugada.
Kouatly-Plachetka
Bagneux, 1982
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Correspondiéndoles jugar, las blancas hicieron un
movimiento inesperado... pero, como luego se vio, muy bien calculado.
1. Dd4!! ...
Se intuye ahora que
con esto pretenden dar un jaque descubierto llevando el Rey a f7,
pero... y después, ¿qué?
1. ... f1=D
En caso de 1... Tg7,
sigue 2. Dxf2 como es natural.
2. Rf7+d. Rh7 3. De4+
Rh8
4. De5+ Rh7 5. Df5+ Rh8
6. Df6+ Rh7
Peldaño a peldaño, el primer jugador ha llegado a la
posición que buscaba.
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Ahora llega el remate:
7. Dg6+!
y las negras tuvieron
que rendirse, pues a 7... Txg6 (si 7... Rh8 8. Dxh6 mate) sigue 8. hxg6+ Rh8
9. g7+ Rh7 10. g8=D mate.
***
INTERESANTE FINAL
Resulta ejemplar la forma
en que se utiliza la "escalera" en este final de partida jugada en
el mismo año que la anterior.
V. Salov-G. Georgadze
URSS, 1982
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1. De5+! ...
Según los análisis
del mismo Salov en Informator, ni 1. Dxe4? ni 1. Dxa6 ganaban.
1. ... Rg8 2. Dd5+
Rh8
3. Dd4+ Rg8 4. Dc4+ Rh8
5. Dc1!! ...
Este era su destino. La
maniobra ha producido a las blancas una posición muy clara.
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5. ... Rg8
La Dama negra está "atada": sólo desde su
ubicación puede parar las consecuencias de un jaque de su colega blanca en
la 8ª fila o en la gran diagonal de casillas negras.
6. a4 a5
Las negras estaban en
zwgzwang. Su rival repite ahora la maniobra de "escalera"... con
pocos peldaños.
7. Dc4+ Rh8 8. Dd4+
Rg8
9. Dd5+ Rh8
para ganar después de
10. Dxa5 Dxh6
11. Dc3+, etc.
***
ESCALADA DE TORRE
La Dama fue protagonista de nuestros anteriores ejemplos.
Ahora veremos a una Torre subiendo los escalones que conducen a lo más alto
de la fortaleza real enemiga para cobrar la cabeza del monarca.
H. Norman Hansen-E. Anderssen
Copenhague, 1930
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Las negras habían entregado la calidad y después una
pieza entera para alcanzar esta posición. Ahora tienen la partida ganada y
es muy hermosa la forma en que la definen. El primer jugador, a quien
corresponde mover, no tiene ninguna salida: un intento como 22. Ag5, se
refuta con 22... Axf3+ 23. Rg1 Dxe6. El juego siguió así:
22. Rh3 Dxf3+
23. Dxf3 Txf3+
24. Rg2 ...
Ahora la Torre dibujará
sobre el tablero, de forma perfecta, los peldaños de una
"escalera" que lleva directamente al mate.
24. ... Tg3+!
25. Rh2 Tg2+
26. Rh1 Th2+
27. Rg1 Th1 mate
***
Circunvalar
el tablero
Ya sabemos que el tablero de ajedrez es cuadrado; pero ¿podríamos
describir de forma más gráfica la preciosa maniobra que realiza la torre
negra en la siguiente partida?
Letelier-Smyslov
La Habana, 1967
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Corresponde a una larguísima confrontación del Memorial
Capablanca en la que el ex campeón mundial (es su turno de juego) consiguió
imponerse rotundamente... ¡después de casi 80 jugadas!
1. ... a5!
La fuerza de esta movida se comprenderá muy pronto.
2. bxa5 ...
La alternativa 2. Ta1
se contesta con 2... a4! y no es posible 3. Txa4? debido a 3... Tb1+ 4. Rh2
Th1 mate.
2. ... h2+!
Ahora fue cuando el
primer jugador "vio" lo que Smyslov le había preparado. Si 3.
Rxh2 Tb8! y no hay fuerza humana que pueda impedir ... Th8 y ... Th1 mate.
Así pues, las blancas abandonaron. Curioso, lo que acabamos de presenciar.
La combinación -al menos, los sacrificios- preceden a la maniobra; pero,
cuando ésta se pone en marcha, conserva su "pureza" -ya no hay
sacrificios- y conduce directamente a la conquista de la debilidad
adversaria, lo que en este caso es equivalente a la consecución de la
victoria definitiva.
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De forma parecida se comportaron las blancas en la ocasión
que recogemos en el siguiente diagrama. Además, por la fecha en que se
produjo, podemos considerarla como un antecedente de la idea de Smyslov.
Molnar-Sherbakov
París, 1962
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François Molnar, que fue campeón de la capital de
Francia en 1962, 63 y 64, estuvo muy inspirado en este remate.
1. Dxg6!!
y las negras se rindieron, ya que, si aceptan el
sacrificio (1... hxg6), la maniobra 2. Ta1 y 3. Th1 mate no tiene parada.
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Terminamos nuestro recorrido con una posición que ya ha
visitado estas páginas.
Karpov-Taimanov
Leningrado, 1977
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Su excelente calidad justifica la repetición que
realizamos. Es el remate de una partida memorable por cuanto supuso la
derrota de un campeón mundial que, en aquellas fechas, se mostraba
"intratable".
Tras la jugada 38 del Blanco, corresponde el turno al GM
Taimanov que, como buen músico, afinó hasta el extremo su acorde final...
38. ... Cg3+!!
Formidable
jugada, "uno de los más bellos movimientos de mi carrera" dice el
mismo Taimanov. las dos formas que tienen las blancas para tomar el Caballo,
conducen a la derrota:
Si 39. Dxg3 Txb1; y si 39. hxg3 Ta8!!, con la imparable amenaza ... Th8
mate. Con tan negras perspectivas, Karpov decidió abandonar.
"La solución geométrica produce ciertamente una gran impresión
estética, puesto que la Torre, como si rodeara completamente el tablero,
recorre las esquinas a1-a8-h8
para atacar al Rey en h1".
Son palabras del ganador.
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